El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prorrogó este lunes la tregua arancelaria con China por otros 90 días, evitando que ambos países eleven sus impuestos mutuos sobre productos a niveles de hasta 145 y 125 por ciento, respectivamente, lo que hubiera profundizado una guerra comercial de enormes dimensiones.
La tregua expiraba este martes 12 de agosto y la extensión, anunciada a través de su cuenta en Truth Social, ofrece un respiro para las importaciones de temporada navideña, principalmente de electrónicos, ropa y juguetes, que seguirán pagando aranceles más bajos.
Paralelamente, China suspendió por igual plazo la incorporación de nuevas empresas estadounidenses a sus listas de restricciones comerciales, un gesto que apunta a mantener la actual distensión comercial.
Este acuerdo temporal mantiene los aranceles en un nivel moderado —un 30 por ciento por parte de Estados Unidos y un 10 por parte de China—, y abre un plazo crucial para continuar negociaciones más profundas que podrían evitar un bloqueo comercial total.
Trump declaró que la relación con el presidente Xi Jinping “es muy buena” y adelantó que ambos podrían reunirse antes de fin de año si se llega a un acuerdo definitivo.
El mercado reaccionó con optimismo ante la noticia, reflejándose en alzas en las bolsas asiáticas y estabilidad cambiaria.
La tregua también brinda tiempo para abordar temas clave, como las compras chinas de soja estadounidense y las presiones de Washington para que China reduzca su dependencia del petróleo ruso.
Aunque la calma domina por ahora, analistas advierten que el conflicto comercial no está totalmente resuelto y que podrían surgir nuevos enfrentamientos si no se concretan avances sustanciales en las próximas semanas.