Tras millonario robo de las joyas, el Louvre reabrió con fuertes medidas de seguridad

El Museo del Louvre volvió a abrir sus puertas este miércoles luego de permanecer tres días cerrado tras el robo de las joyas de la corona francesa, un golpe delictivo que conmocionó al país y dejó al descubierto fallas en el sistema de seguridad del emblemático museo parisino.

Desde primera hora, cientos de visitantes formaban fila frente a la icónica pirámide de cristal para ingresar. Sin embargo, la Sala Apolo, escenario del robo, permanecerá cerrada al público mientras continúan las pericias policiales.

Un robo digno de película

El robo ocurrió el pasado fin de semana, a solo 250 metros de la Mona Lisa. Según la investigación, los ladrones ingresaron al museo durante la madrugada, empleando un montacargas que colocaron sobre la fachada que da al río Sena. En menos de siete minutos, forzaron una ventana, rompieron dos vitrinas y huyeron en motocicletas hacia el centro de París.

Las alarmas se activaron de inmediato, pero los delincuentes lograron escapar con ocho piezas de incalculable valor histórico y artístico, entre ellas:

Una diadema de zafiros, un collar y pendientes pertenecientes a las reinas Marie-Amélie y Hortense.

Un conjunto de esmeraldas asociado a la emperatriz Marie-Louise, segunda esposa de Napoleón Bonaparte.

La diadema de diamantes y un broche en forma de lazo de la emperatriz Eugenia.

El botín fue valuado en unos 88 millones de euros, aunque los expertos subrayan que su valor histórico es aún mayor. Una de las piezas —la corona imperial de esmeraldas de la emperatriz Eugenia, con más de 1300 diamantes— fue hallada posteriormente fuera del museo, dañada pero recuperable.

Investigación y refuerzo de la seguridad

Cuatro personas fueron identificadas como sospechosas de haber estado en el lugar del robo, aunque aún no hay detenidos. El presidente Emmanuel Macron ordenó reforzar de inmediato las medidas de seguridad en el Louvre y acelerar la instalación de nuevas cámaras y controles en los museos nacionales.

Desde la dirección del Louvre afirmaron que las vitrinas donde se exhibían las joyas habían sido renovadas en 2019 y contaban con “niveles de protección avanzados”, aunque reconocieron que la banda actuó con “una precisión inusual y planificación milimétrica”.

Críticas y preocupación en el sector cultural

El hecho desató un fuerte debate en Francia sobre la seguridad en los museos. La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, fue citada ante la Comisión de Cultura del Senado para explicar lo sucedido.

El episodio ocurre en medio de una reforma del sistema museístico impulsada por el gobierno, que busca modernizar las infraestructuras y optimizar el control del flujo de visitantes. Los sindicatos del Louvre advierten desde hace meses que el turismo masivo y la falta de personal incrementan la vulnerabilidad del museo más visitado del mundo.

Por ahora, el Louvre continúa abierto con recorridos restringidos, mientras los investigadores analizan cámaras, huellas y rastros del audaz robo que dejó una marca indeleble en la historia del arte y del patrimonio francés.